Lactancia Mixta, Lactancia Materna, Sueño Infantil

Regresión del sueño a los 4 meses: ¿Qué es y cómo manejarla?

Aviso importante: Este artículo contiene información general sobre sueño infantil. Si deseas evaluar tu caso particular, lo mejor es agendar una consulta de lactancia y sueño infantil con un especialista.

A los 4 meses de vida, el desarrollo neuronal de tu bebé atraviesa un momento crucial, y su sueño evoluciona de manera significativa. Este cambio puede ser desafiante para muchas familias, pero entenderlo puede marcar la diferencia en cómo abordarlo.

¿Qué ocurre con el sueño de un bebé a los 4 meses?

Antes de los 4 meses, el sueño de tu bebé constaba de solo dos fases: REM y no REM. Sin embargo, a partir de esta edad, su sueño evoluciona para incluir cinco fases, tal como ocurre en los adultos.

Aunque este desarrollo es maravilloso desde el punto de vista físico y neuronal, también trae consigo un aumento en los despertares nocturnos. Es común que un bebé que comenzaba a dormir períodos más largos, de repente experimente despertares frecuentes y tenga dificultades para volver a dormirse.

Este proceso, conocido como regresión del sueño a los 4 meses, puede durar varias semanas. Aunque no significa que tu bebé empezará a dormir «de corrido» al final de esta etapa, es un claro indicador de que tu pequeño está creciendo y desarrollándose de manera saludable.

¿Cómo afrontar la regresión del sueño a los 4 meses?

Si bien esta etapa puede ser desafiante, existen estrategias que pueden ayudarte a manejarla y permitir que todos descansen un poco mejor:

  1. Facilita las siestas con un portabebés:
    Si a tu bebé le cuesta conciliar el sueño durante el día, puedes usar un fular o mochila portabebés. De esta forma, podrá dormir sobre tu pecho mientras tú realizas tus labores cotidianas.
  2. Crea una rutina nocturna relajante:
    • Antes de dormir, atenúa las luces de la casa y evita luces artificiales intensas.
    • Evita juegos o actividades estimulantes que puedan dificultar la conciliación del sueño.
  3. Respeta horarios “ecológicos”:
    Intenta acostar a tu bebé cuando el sol comienza a ponerse. Esto ayuda a sincronizar su ritmo circadiano con los ciclos naturales de luz y oscuridad.
  4. Mantén la consistencia en su superficie de sueño:
    Es ideal que tu bebé inicie y termine la noche en el mismo lugar. Aunque muchas familias optan por mover al bebé de la cuna a la cama de mamá durante la noche, hacerlo puede alterar su confianza. Si despierta siempre en el mismo lugar donde se durmió, es más probable que se sienta tranquilo.
  5. Usa ruido blanco o luz tenue:
    El ruido blanco o una luz cálida y tenue pueden proporcionar seguridad y calma, ayudando a que tu bebé tenga un sueño más sostenido.
  6. Prueba el colecho seguro para despertares frecuentes:
    Si los despertares nocturnos para lactar son muy constantes, considera practicar colecho seguro. Dormir con tu bebé sobre tu pecho, sin almohadas, mantas o peluches alrededor, puede facilitar las tomas nocturnas y mejorar el descanso de ambos.

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